Se han hecho esperar pero después de diez años y un mes de aplazamiento los alemanes vuelven a pisar nuestros escenarios: el 22 de Enero en la sala Marco Aldany de Madrid (antigua sala Heineken) y el Lunes 23 del mismo mes en la sala Apolo2 de Barcelona.
Y lo cierto es que nunca hay mal que por bien no venga, este aplazamiento ha permitido una ampliación del aforo y una mejor acústica para la banda, que sólo fue mermada en algún momento por los estridentes coros y aplausos de los fans.
La dinámica voz de Sandra Nassik se fundió con su espectáculo, no paró de contornear su figura al son de los focos y de las luces de fondo, ofreciéndonos un elegante y brioso juego de sombras.
La compenetración del grupo con el público fue muy cordial; intensos cruces de mirada, conversaciones en spanglish, bromas y un micrófono que cayó en manos de más de un fan. De entre ellos, nos sorprendió el potente groul de una de las asistentes, quien se llevó a casa un gran vitoreo.
En cuanto a la set-list, no se desvió demasiado de lo que la mayoría esperaba: abrieron y cerraron con cuatro grandes éxitos y el resto lo dedicaron a la promoción de Bel Air, su último disco.
El “merchandasing” corrió de su cuenta, ellos mismos, salvo Sandra Nassik, vendieron sus camisetas y el nuevo disco después de recorrer la sala entre fotos, abrazos y apretones de manos. Esto permitió al grupo ofrecer su propia y cómica pasarela sobre el escenario. El momentáneo modelo Stefan Ude, bajista del grupo, nos mostró en sus propias carnes los distintos modelos y después de unas risas las fue lanzando una a una sobre algunos afortunados. Los precios fijados fueron bastante asequibles, cinco euros la camiseta y diez el CD.
La ejecución no estuvo nada mal y a decir por las sonrisas y los agradecimientos que nos prestaron, todos le pusieron bastante sentimiento y cariño.
El encanto de este grupo no ha recaído nunca sobre un virtuosismo desmesurado, han volcado su técnica en la búsqueda de cambios y riffs arriesgados, así como en la carismática voz de Sandra que siempre ha formado parte de su huella.
Las obras del nuevo disco han tornado a un estilo menos metalero que los anteriores y no todos sus fans las han recibido con los brazos abiertos. Aunque podemos afirmar que sí consiguieron mover al público de la sala, que bailó durante todo el concierto y no salió nada disgustado.
¿Que cómo acabó el evento?
Abandonaron el escenario demasiado pronto para los asistentes, que insistieron a gritos hasta que el grupo volvió a salir para honrarnos con una versión instrumental de la canción “Plastic Mouth” y las ansiadas “Lords of the Boards” y “Big in Japan”… Y mientras el guitarrista Henning Rümenapp disculpaba al grupo por marcharse y recordaba la existencia de la improvisada tienda al fondo de la sala, la batería acabó destrozada y el bajo dentro de la caja.
Leiza González Sánchez
Fuentes:
Declaraciones de los asistentes
Presencia en el evento
Discos del grupo
Youtube
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